La vacuna contra la covid-19 no llegará de la misma forma a todas las partes del mundo, los países ricos ya se están beneficiando de vacunas potentes mientras que un gran número de países aún no han comenzado sus campañas de vacunación.
Las diferencias en la inmunidad representan una amenaza tanto para los Estados que tienen dinero como para los que no tienen.
El 18 de enero, el director general de la Organización Mundial de la Salud declaró que el mundo estaba «al borde de un catastrófico fracaso moral» debido a la desigual distribución internacional de las vacunas covid-19.
Además, advirtió: “estas acciones solo prolongarán la pandemia, las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano y económico”.
La angustia aumenta a medida que la pandemia se extiende hacia un segundo año y las nuevas variantes que han surgido parecen extenderse significativamente más rápido que las versiones anteriores, motivo por el cual es muy importante controlar la transmisión, no solo para proteger a las poblaciones más vulnerables, sino también para reducir el riesgo evolutivo asociado con este virus.
La distribución desigual de las vacunas es peligrosa para todos. Ciertamente es un fracaso moral, pero también nos enfrentamos a resultados económicos y de salud catastróficos, que pudiera seguir provocando muchas más muertes en todo el mundo, especialmente entre nuestros vecinos más vulnerables.
Pero también significa que el virus continuará propagándose y mutando, aumentando el riesgo de que nuestra lista de vacunas no cubra eficazmente nuevas cepas.
Los países de altos ingresos han asegurado 85% de las existencias de la vacuna de Pfizer Inc. y todas las de la vacuna de Moderna Inc., según la firma de investigación con sede en Londres Airfinity Ltd. Gran parte del mundo contará con la inoculación de la farmacéutica británica AstraZeneca Plc, cuya vacuna es más barata y fácil de distribuir, junto con la de otros fabricantes como el chino Sinovac Biotech Ltd.
Mientras que, se estima que cerca del 90% de las habitantes en casi 70 países de bajos ingresos tendrán pocas posibilidades de vacunarse contra el covid-19 en 2021.
Editor Gianfranco Napolitano Serradimigni.
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