Prensa Gobernación/Yaudeliz Fagúndez.-
San Carlos, mayo 20.- (Las Noticias de Cojedes).- «Rebosen de Esperanza, por el poder del Espíritu Santo» (Rm 15,3) fue el lema del Pentecostés Diocesano 2023, que se hizo letra viva este sábado 20 de mayo en el Coliseo «José Miguel Pandares» de la Villa Deportiva de San Carlos, lo cual se pudo apreciar en las múltiples expresiones de alegría del pueblo de Dios allí presente.
Fue todo un acontecimiento que se inició desde tempranas horas de la mañana: los feligreses fueron llenando las gradas del amplio gimnasio cubierto, al paso que se rezaba el Santo Rosario. Luego llegaron los cantos y consignas: «¿Quién cómo Dios?… ¡Nadie como Dios!, «Huid poder del enemigo, venció Cristo el Señor», «Corazones triunfantes de Jesús y María reinad en mi vida y en mi corazón», «Hija de San Joaquín y Santa Ana es María Santísima», gritaban visiblemente emocionados.

El obispo de San Carlos, Monseñor Polito Rodríguez Méndez, estuvo acompañado de sacerdotes que integran el clero cojedeño, seminaristas, laicos comprometidos. Hubo una gran asistencia de miembros de las Pequeñas Comunidades Cristianas de diversas parroquias. Por supuesto resaltó la presencia del sacerdote Carlos Zambrano, de la Arquidiócesis de Mérida, como predicador en este hermoso día, quien vino acompañado del Ministerio de Música «Voluntarios de Cáritas».

Es importante destacar que cien niños en escena representaron «La venida del Espíritu Santo» en la apertura de esta importante celebración, iniciando con la muerte de Jesucristo, el sufrimiento de María, el desconcierto de los apóstoles, la Resurrección, hasta recibir la gran efusión del Santo Espíritu de Dios como en Pentecostés.
El Padre Carlos Zambrano, enseñó en su predicación que «Dios es amor, el Padre nos creó, Jesucristo nos salvó y el Espíritu santifica nuestras vidas». Parafraseando las palabras de Jesús dijo «el Padre enviará el Espíritu Santo, que se representa como viento, fuego, agua, aceite, pero también se manifiesta como alegría, gozo, paz, voluntad, sanación», destacando que el Espíritu Santo no es algo, sino alguien, porque es una persona.

El predicador recordó que El Espíritu Santo sopló y dio vida al ser humano, acompañó a los profetas, descendió sobre María y descendió en Pentecostés, en ese sentido pidió que corearan con Él: «yo quiero sentir esos ríos correr por mi cuerpo otra vez».
Recalcó que «el Espíritu Santo no es algo, sino una persona y está aquí. Él todo lo sondea, y tiene emociones», por lo que invitó a no entristecerlo: «El Espíritu de Dios no se usa, sino que se ama, porque es persona. No es una sensación, no es una emoción, es una persona y hay que estar en comunión con Él».

Con una canción animó a los asistentes a decir: «soy un altar donde puedes morar con tu dulce presencia… Ven toma todo de mí, quiero ser digno de ti, Alabarte yo quiero». Asimismo, decirle al Espíritu Santo: «Eres la persona que necesitaba en mi vida. ven y llena nuestras vidas».
Citando la parábola del tesoro escondido señaló que ese campo donde se encuentra el tesoro escondido puedes ser tú o yo, y «a veces lo vendemos y elegimos las cosas del mundo, donde no todo lo que brilla es oro».
Refiriéndose a su llamado como sacerdote, mediante un testimonio de conversión personal y la sanación de su hermana fue categórico al decir: «La persona del Espíritu Santo es la persona más impresionante que yo he conocido». Exhortó a estar en comunión con el obispo, con los sacerdotes, con nuestra iglesia, porque también les asiste el Espíritu Santo.
-Cuando estamos en comunión con el Espíritu Santo Él nos acompaña a todas partes… Donde está el Espíritu Santo hay frutos y frutos abundantes, y hay que reconocer que la obra no es nuestra sino del Espíritu Santo, dijo Zambrano quien -luego de un estallido de alegría y alabanzas- recibió múltiples aplausoscy sentimientos de admiración y respeto.
Este día los seminaristas renovaron su vocación, hicieron oración junto al clero y laicado presente. Finalmente se efectuó la Santa Misa para cerrar el Pentecostés Diocesano 2023 con la presencia de Jesús Eucaristía.